Todo era así, todo era tan grande y parecia no tener fin. Cada respiro que hacia me dibujaba levemente un mundo nuevo y tan liviano, tan fragil, que cabía en mis pequeñas manitos, y era totalmente dueña de acariciarlo..
Que dulce tu boca, que calentita tu piel.
Era todo tan nuevo, como ese olor a plastico recien comprado, y se amoldaba perfectamente a mi cuerpo.
Esa ansiedad de pensar en que iba a ponerse, para que el lo recuerde, y el siempre lo recordaba, siempre la trataba como una princesa de un palacio de papas fritas, y ella era el ketchup.
Como siempre habia pilas de cemento que separaban esa llamita que estaba naciendo, y ella se empezo a escapar.
No aguantaba y se escapaba, se escapaba entre sus pelos y entre la gente. Tiro todo literalmente por la borda, para poder espiar a traves de esa inmensa pared que detenia toda sus esperanzas.
Y espero espero espero, y llego el dia.. el dia en donde su rompecabezas se termino de armar y el contengo sonreia y gritaba : ¡TE VEIA SIEMPRE A TRAVES DE UNA GRIETA DEL MURO MALDITO!
Ella se limito a sonreirle y el pensó: "Su sonrisa debe ser lo más lindo que existe en este planeta."