Que dificil es escribir esta historia ahora.. Maja no es la misma que antes, ahora esta totalmente consumida.
Ciro no dejaba de ser cada dia mas bueno y mas humilde, su sonrisa explicaba todo y te daban ganas de seguir viviendo por el solo hecho de querer volver a ver esa sonrisa.
¡Y las mariposas que te hacia sentir en la panza! ¿Mariposas? ¡Eran gaviotas mas que mariposas!, siempre aparecia con alguna cajita roja envuelta con cinta verde y brillosa.. ¡Para que se molestaba! No entendia que el mejor regalo que podria haberle hecho hubiera sido, un poco mas de su tiempo para poder explicarle las cosas..
Cuando entraban al mar, sentian que solo el agua los tocaba a ellos, en ese mundo mojado nadie existia, y ellos eran parte del mar ahora, su piel era igual de blanca y blandita, como un pez, un pez que nadaba a su alrededor y le hacia cosquillas con su cola. En cada beso, explotaba una ola.